Las redes sociales en Venezuela atraviesan olas de unidades de contenido, derivadas de la decisión que emitió el Tribunal Supremo de Justicia de dejar “sin efecto”, las elecciones primarias del pasado 22 de octubre, en las cuales se estima que participaron alrededor de dos millones de personas, dentro y fuera de país.
Como se recordará, el TSJ se declaró competente de la causa contra las primarias, admitió y declaró procedente el recurso contencioso electoral introducido por el diputado de la Asamblea Nacional, José Dionisio Brito Rodríguez, suspendiendo todos los efectos de las distintas fases del proceso electoral conducido por la Comisión Nacional de Primarias, y exigiendo la entrega de actas, incluyendo el acta de postulación de María Corina Machado, entre otros documentos.
Al respecto se produjeron diversos pronunciamientos, entre estos el de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, en el que señala que “judicializar y criminalizar a los organizadores de las elecciones primarias, a través de actuaciones del Ministerio Público y del Tribunal Supremo de Justicia, representa un atentado al orden constitucional y legal, a la democracia misma y a los ciudadanos que de manera cívica participaron en dicho proceso”.
El papel de la desinformación ya se ha hecho presente. En medio de la incertidumbre que generó esta medida, en diversas plataformas se han viralizado bulos en torno a supuestos pronunciamientos de voceros oficiales y no oficiales. Una cadena anónima aseguró que la presidenta del TSJ, Gladys Gutiérrez, se habría pronunciado contra la inhabilitación de María Corina Machado, sin que hubiese ningún pronunciamiento público de la funcionaria en ese tema. Previo a la consulta opositora, también hubo una campaña con uso de inteligencia artificial, para alertar a la población sobe la creación de una supuesta nueva lista Tascón, a partir de quienes asistieran a votar.
Es muy factible que, en medio del clima emocional que rodea la participación y luego suspensión de los efectos de la consulta, se hagan virales unidades de contenido falseado que disparen el deseo de reversión de la postura del máximo ente de justicia en el país, o que distorsione percepciones sobre las élites políticas, aprovechando la indignación y frustración de ciudadanos para hacer circular falsedades, creando nuevas expectativas y deslegitimando el proceso primario.
Recordemos que el aparato de desinformación comenzó no solo con la circulación de bulos, también con las presiones hechas a los medios de comunicación abierta, para que se dejase de cubrir las elecciones primarias. De la omisión y el silencio inicial, se pasó a la etapa de presión directa sobre los organizadores de la consulta, y el encausamiento judicial contra los efectos del proceso.
Recomendamos a la población verificar la información que reciba, ante mensajes que puedan tener un contenido triunfalista o de determinación drástica en torno a los resultados del proceso judicial y el destino de los votos de la consulta cívica.