Desde 2012, circula en redes un bulo que se vincula al estilo inicial de restricciones económicas del período político que inició el gobierno de Hugo Chávez en 1999 y que continuó luego Nicolás Maduro. Se aseguraba la nacionalización de la banca, contenido falseado que ha sido detectado por el Observatorio Venezolano de Fake News.
El control de las emociones de temor y de esperanza, vinculado con lo económico, manipula al ciudadano con miras a hacerle creer espejismos que luego, o bien se ven aliviados en el desmentido, o, por el contrario, lo deja en ascuas por el contraste del deseo de milagro para la crisis y la cruda realidad. Recordemos que somos el país con la mayor brecha de desigualdad de América, según lo arroja el reciente estudio ENCOVI, elaborado por expertos de diversas universidades del país.
No, tampoco fue cierto un ajuste salarial a fin de año, para que de los 11 dólares y medio actuales, el salario mínimo se ubicara en el equivalente a $39. El contenido rueda, aparentemente, para seguir aclimatando de esperanza y, por contraste, de frustración al bolsillo de los trabajadores del país. También, según la encuesta ENCOVI, la diferencia entre lo que ganan los venezolanos deja al decil más alto con un ingreso que es 70 veces más que lo que gana el decil más bajo de la población. Cualquiera podría pensar que, en efecto, algún ajuste con vistas a una mayor equidad, bajo la aparente ideología socialista del gobierno, sería posible, y esto es visto por los elaboradores de bulos.
Por otra parte, el ardid sobre supuestos aniversarios y entrega de premios, así como los aparentes reclutamientos milagrosos por mensajería de texto, también juegan a descompensar la ya maltratada herida en las expectativas de los más afectados por la crisis en Venezuela. Para colmo de males, existen, en esas acciones, la intencionalidad de atrapar data personal de los incautos, y entonces, la esperanza para el prometido premio o empleo pasa a convertirse en lección costosa.
Pero no todo responde a bulos deliberados. Es preciso que el lector entienda que en contextos de inestabilidad, crisis económica y malestar ciudadano, la población protagoniza rumores, y así, dada la posibilidad de reciclar mensajes antiguos en redes, también circuló, con el debido deseo, la nota de anuncio de paga de aguinaldo de pensionados, cual si de este año se tratase. La información había sido recuperada de mensajes de 2021 y, ante la realidad nada cambiante de esta precariedad para el sector, se coló, desinformando, causando más frustración.
Un bolívar más, cuenta. Afecta en la narrativa de vida, especialmente, entre el propósito del porqué trabajar y del cómo ganarse el pan en el país. Iniciativas de estudios varios hacen ver que pese al rebote de las cifras macroeconómicas del país, tales mejoras no se traducen en crecimiento para la gran mayoría de los venezolanos. Obvio: en momentos de aguinaldos, los sueños y deseos de muchos los hace presas de desinformadores y de errores de algunos. Recuerde, en estos momentos, no viralice aquello que de antemano parezca milagroso, ni comparta anuncios en materia salarial, no confirmado por voceros y medios independientes que gocen de su credibilidad.
Para soñar, tenga los pies en la tierra.