YouTube: un agujero negro de desinformación y sensacionalismo

El universo de medios de comunicación venezolanos migró a plataformas digitales y redes sociales, pero lejos de una actualización progresiva como fue la tendencia mundial, su empujón se debe a la necesidad de sortear la censura que existe en canales de señal abierta y la imposibilidad de conseguir papel periódico.

Esa adaptación forzada vino con más obstáculos siendo el más frecuente la aplicación de bloqueos a páginas web de medios nacionales, y con eso la necesidad de informar en plataformas de bajo costo que no están bloqueadas en el país. Entra Twitter, Facebook y YouTube.

No hay TV, ¿qué hago?

Uno de los métodos más comunes con los que el venezolano se informaba era mediante noticieros de señal abierta, debido a que solo necesitabas un televisor y una antena —para las últimas décadas del siglo pasado la televisión era el medio con mayor penetración en Venezuela—. A medida en que se fue aplicando una censura estatal, autocensura de canales para sobrevivir y cambio de dueños, los ciudadanos se quedaron con pocos espacios audiovisuales para informarse.

Es así como YouTube surge como una alternativa a la televisión, dado a que es una plataforma audiovisual gratuita que solo depende de tener conexión a internet y tiene un reproductor de video amigable con la precaria conectividad de algunos sectores de Venezuela. En ella, medios como El Pitazo y nuevas iniciativas que emulan al noticiero de televisión como VIVOPlay o VPItv, empiezan entonces con una labor informativa. Por supuesto, no son los únicos.

Debido a su naturaleza gratuita y masiva —ya que cuenta con más de dos mil millones de usuarios—  agencias con la intención de desinformar también encuentran una posibilidad para compartir y viralizar su agenda. Puede tratarse de bulos aparentemente inofensivos como las muertes falsas de artistas y personalidades públicas, hasta contenido clickbait sobre política y campañas de desprestigio.

Esteban Ponce de León, investigador del Atlantic Council para Latinoamérica, explica que estos canales tienen una principal finalidad económica. “Generan ganancias por las reproducciones y publicidades en el video, pero detrás de ellos puede haber actores que contratan a estas agencias —las que producen el video— con objetivos políticos o de propaganda”.

Desde el Observatorio Venezolano de Fake News ya se han verificado estos videos de laboratorio, que  en principio fueron detectados por Facebook y una vez encontrada su fuente primaria (canales de YouTube) llegamos a un universo de desinformación y sensacionalismo con una audiencia grande que genera interacciones, reproducciones y opiniones en la plataforma.

Desventaja de los algoritmos

YouTube es el segundo buscador web más utilizado a nivel mundial —sólo por debajo de Google—. Sus recomendaciones dependen de un algoritmo que analiza los patrones del usuario, generalmente, sugiriendo contenido similar al consumido previamente, pero en sus extremos.

En YouTube, el Gran Radicalizador, un artículo escrito por la socióloga estadounidense Zeynep Tukefci, se aborda esta tendencia de la plataforma a guiar a sus usuarios a los lados más radicales de su consumo de contenido. “Si buscas videos para trotar, te lleva a videos de ultramaratones para correr”, explica el texto.

Es así como se crean las conocidas “cámaras de eco” o como el coordinador del OVFN, León Hernandez, las llama “efecto burbuja”: cuando el usuario se aísla de cierta información que se aleja de este nuevo sistema de creencias alimentado por el algoritmo y las narrativas de esos contenidos. Entonces, si llegas a visualizar un par de videos que promueven la desinformación, es probable que termines con videos de teorías conspirativas y más bulos.

Por eso, no es sorpresa que 80 organizaciones de verificación de información califiquen a YouTube como “uno de los mayores canales de desinformación e información errónea en el mundo”, Si bien la empresa ha tomado ciertas acciones para disminuir el impacto y hacer una curaduría de estos contenidos, el método funciona por medio de Inteligencia Artificial, cayendo en bloqueos erróneos, escape de videos que sí desinforman y en la especial vulnerabilidad de países cuyo idioma principal no es el inglés , como Venezuela.

Todos son iguales

Uno de los canales más populares es Parecen Noticias Extras, el cual publica de uno a dos videos diarios, generalmente con temas relacionados a geopolítica y conflicto político venezolano. Este y otros canales como Amor REAL Venezuela y Sin Mentiras, siguen un patrón similar en temas de presentación, contenido, montaje y tráfico de interacciones.

Ponce de León, destaca la figura de cuentas alternas de amplificación de contenido “como en Twitter, que solo se dedican a compartir la publicación para dar la sensación de que tiene interacción orgánica” y la naturaleza clickbait de la presentación. Por otro lado, Hernández destaca patrones de narrativa: “identificar un enemigo común, aislar e invisibilizar al adversario, y apelar al desprestigio.”

  • Presentación: YouTube tiene los thumbnails de previsualización. Esta portada apela al clickbait mostrando imágenes que muchas veces no tienen que ver con lo que se va a tratar en el video, colores llamativos como el rojo o el amarillo, fotografías de figuras políticas clave y un gran título de “ÚLTIMA HORA”.
  • Contenido: El título del video también sigue la tendencia de sensacionalismo con tono alarmista y urgente, fecha del día y algún hecho muy sorprendente —por ejemplo, “Maduro SE TAMBALEA”—. En el video vas a encontrar un narrador que reúne algunas noticias reales, pero sin fuente o contexto, para poco a poco mezclar esta información con supuestos, opiniones y rumores. Es una narración repetitiva.
  • Montaje: Recopila videos de archivo públicos, generalmente de prácticas militares y ruedas de prensa de algún político o vocero, siempre muteados con la narración encima.
  • Viralización: la cantidad de visitas y comentarios varían por canal. Uno de los usuarios con mayor cantidad de suscriptores es “Parecen Noticias Extras” con 1.6 millones, un video puede recopilar hasta 3 mil reproducciones en menos de una hora y llega en promedio a las 20 mil en 24 horas. Los comentarios rondan entre los 100 a 200, y existen páginas en Facebook que se dedican exclusivamente a compartir estos videos, migrando así a otras plataformas ampliando su resonancia.

¿Por qué funciona?

“En contextos de polarización política es más probable que la población participe de estas conversaciones”, explica Ponce de León, porque se tiene entonces una audiencia que interactúa de forma constante con temas de política, “esto nos vuelve más propensos a encontrarnos con desinformación”. 

Si bien en Venezuela esa polarización generalizada ya pasó a ser periódico de ayer, siguen existiendo dos alas radicales que ven el conflicto del país con visiones completamente distintas que alimentan estas agendas desinformativas.

“Básicamente es una manera de desarticular soluciones democráticas… se busca que no exista diálogo posible, apelando a los deseos y emociones de personas con opiniones radicales”, comenta Hernández, quien agrega que estos contenidos buscan distorsionar cómo se interpreta la realidad de las personas, “quedas con una versión sesgada en la que no hay contraste, porque se anula la contraparte.”

Entonces, se pueden encontrar a las personas más radicales de la oposición al gobierno de Maduro en los comentarios de videos Parecen Noticias Extra, aquellos con opiniones más extremas del chavismo se pueden ver en las interacciones de Sin Mentiras. Sin embargo, Ponce de León recuerda que las estrategias y técnicas de desinformación cada vez son más especializadas, por lo que filtrar los contenidos que atentan contra nuestro bienestar informativo es cada vez más complejo.

Población digital en riesgo

“Toda población que está expuesta a contenidos digitales estaría propensa a caer en estas tácticas desinformativas”, comenta el investigador del Atlantic Council, y Hernández también concuerda en que el riesgo no solo lo tienen aquellas personas con opiniones polarizadas, también aquellas que no cuentan con una educación digital avanzada.

“Las audiencias que se permean más son aquellas que no cuentan autonomía ni independencia en la sociedad de la información”, explica León, por lo que les cuesta identificar qué es un bulo, qué clickbait y qué no.

Podría quedarse en una intención satírica que basta con la aclaración pública de un vocero, por ejemplo, en el caso del supuesto fallecimiento del Puma, José Luis Rodriguez, pero la reparación que se debe hacer es mayor cuando se destruye la credibilidad de instituciones clave como la Corte Penal Internacional (CPI) o la posibilidad de acuerdos políticos. Es así como un video que anuncia la caída próxima del gobierno, puede terminar en la frustración política de todo un sector de la población y su consecuente desmovilización por desesperanza.

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