Crisis de medios de comunicación en Lara, Falcón y Yaracuy invisibiliza a comunidades y limita la libertad de expresión

Medios impresos casi extintos, radios con muy pocos espacios informativos, noticieros televisivos sin presencia en la población o bajo la mira de las autoridades del poder y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), además de las constantes irregularidades de conectividad a internet son las características que podrían describir la situación mediática actual de los estados Lara, Yaracuy y Falcón en Venezuela.

La crisis económica, social y política que vive el país no ha sido ajena a los medios de comunicación tradicionales, a sus trabajadores y mucho menos a las audiencias quienes viven desinformadas y con menos elementos informativos desde hace 6 años aproximadamente.

Liz Gascón, periodista larense que es investigadora del medio digital El Pitazo en la región crepuscular y miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de La Prensa (SNTP), sintetizó esta situación con una palabra: “invisibilizados”.

La experta, cuando utiliza ese término, lo hace bajo el contexto de que los medios ya no tienen el mismo alcance en su cobertura periodística y que al final deja como consecuencia que poblaciones y comunidades de estas entidades estén omitidos de información, de apoyo para denunciar irregularidades o simplemente de hacer valer su derecho humano a la libertad de expresión.

“Hay municipios que han quedado invisibilizados, pues antes había lugares muy remotos que no tenían acceso a los periodistas con tanta facilidad, pero se gestionaban viajes hasta la zona para hacer coberturas, difundir sus informaciones y se podían encontrar las noticias en los impresos, radios y televisoras, pero ahora ni siquiera eso. Hay municipios que han quedado aislados” detalló.

La desinformación generada por la grave situación mediática hace que habitantes de distintos estados de Venezuela vivan en incertidumbre. Según una investigación del equipo de Prodavinci, en Venezuela, de los 100 medios impresos que había, 41 cerraron definitivamente, 52 migraron a plataformas digitales. Y precisamente en estados como Yaracuy y  Falcón la calidad del internet es un problema que parece no tener solución.

Prodavinci graficó la situación de los medios impresos en Lara, Falcón y Yaracuy basándose en una comparación de años distinta. Las tres entidades sumaban un total de 13 periódicos en el año 2008 que a diario circulaban en las calles y que hasta ofrecían ediciones dominicales extra de contenido distinto. Ahora, en el 2022, basado en la investigación y en un sondeo que hizo el Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN), apenas queda un periódico circulando y es La Prensa de Lara que tiene sede en Barquisimeto.

Este periódico que llegó a tener 48 paginas, circulación de lunes a domingo con una revista de producción propia y circulación en los 9 municipios de Lara, incluido uno de Portuguesa y uno de Yaracuy, apenas está publicando tres días a la semana, 16 y 24 páginas y su venta se concentra ahora en Barquisimeto, Cabudare y Quíbor.

En Lara la situación de la televisión y la radio no ha sido de tal impacto como los impresos, pues los espacios audiovisuales se mantienen al aire, pero el contenido informativo está cercado por “llamados de atención” que puedan recibir para que regule su noticia o manera de informar.

  

Fuente: Prodavinci y consulta de fuentes por parte del autor

En cuanto a medios radiales, Gascón indica que se han perdido muchos espacios informativos y de entrevistas por un factor que no solo es económico. Detalla que la sustentabilidad de estos medios como modelo de negocio se vio considerablemente afectada por la crisis venezolana, lo que llevó a que muchos periodistas a renunciar por la poca rentabilidad que podían generar estos espacios.  

“En la televisión o en los medios digitales que han surgido no están la misma cantidad de plantilla que tenían en años anteriores, que antes podían cubrir fuentes en específico, que podían tener un cronograma de guardias de trabajo bastante extenso que ha representado en una pérdida para la colectividad, porque la sociedad no puede contar con todos los medios a diario”, enfatizó.

Gascón también aclaró que la radio y la televisión han mermado mucho, periodísticamente hablando, por los “llamados de atención” que coaccionan la libertad informativa. “Según lo que hemos podido constatar en distintas plantas radiales y medios televisivos, Conatel aplica muchísimas restricciones y hace un seguimiento estrecho del contenido informativo y los programas de entrevista. Y aunque esto no se traduce en un cierre total de la emisora o la televisora, siempre hay llamados de atención para que esos espacios limiten su discurso, tengan cuidado con los entrevistas y siempre están en peligro, por el asunto de la vigencia de las concesiones. El número de espacios informativos no es el mismo de años pasados”, ahondó en este sentido.

Conectividad es un dolor de cabeza

En Yaracuy la situación de los medios de comunicación televisivos, impresos y radiales no es muy distinta a la de Lara, pero con la diferencia de que la migración de algunos medios al mundo digital no ha sido como se lo imaginaron, debido a la deficiente calidad de los servicios de internet.

César Montes, quien es periodista de una organización de derechos humanos, colaborador de Medianálisis y encargado de las redes sociales del diario Yaracuy al Día, nos confesó que la transformación de este medio impreso a digital todavía sortea dificultades, porque el servicio de conectividad en Yaracuy no es el mejor, sea público o privado.

“La realidad de la crisis de los medios de comunicación comenzó en 2010 y Yaracuy al Día se ha mantenido trabajando porque hacemos maromas. Contamos con tres diferentes servicios de internet de los cuales dos son demasiado deficientes y una es relativamente nueva. Si una nos falla, vamos con la otra y así nos mantenemos. No es fácil informar en estas condiciones”, relata Montes.

En Yaracuy la penetración del internet en la población es similar a la de Falcón. No supera el 40 % de conectividad, la presencia de medios impresos en el año 2008 era de 3 que se ubican en San Felipe y tenían circulación en toda la entidad, mientras que en 2021 apenas uno de ellos está activo por las redes sociales.  

Prodavinci, precisamente por la transformación de impresos a digital, en su investigación logró demostrar que muchos estados de Venezuela el porcentaje de penetración de internet es inferior al nacional, que es 61 %, entre esas entidades están Yaracuy y Falcón.

Usando como referencias reportes de 41 periodistas y trabajadores de todo el país, consultados por Prodavinci, Instituto Prensa y Sociedad Venezuela (IPYS Venezuela) y Espacio Público la investigación reseña que Falcón alcanza el 37,30 % de penetración de internet y Yaracuy es de 35,25 %.

La falta de conectividad, además de la crisis venezolana, el acecho del poder y la censura son los caldos de cultivo ideales para que en estas regiones reine la desinformación y las noticias de denuncias o las positivas sean visibilizadas. 

Muy bien lo dijo el abogado y politólogo venezolano Ramón Cardozo cuando se refería a que el caos comunicacional tenía una intención en función de los intereses de quienes están en el poder: “las limitaciones impuestas a la prensa en Venezuela son parte de una estrategia gubernamental que incluye el silenciamiento de voces críticas y opositoras, profundizada por Maduro”.  

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